La madera es una materia prima que por lo general no se asocia mucho con los muebles de baño, y menos en lo que se refiere a los sanitarios propiamente dichos. Esto se debía sobre todo a la creencia de que la humedad y la condensación terminaban afectando su aspecto e integridad.
Sin embargo, en las últimas décadas se ha registrado una mejora en la aplicación de tratamientos aislantes destinados a proteger la madera de la exposición directa al agua, lo que ha permitido la instalación de lavabos y accesorios de dicho material, dándole a los baños una combinación de estilo clásico con modernismo, además de aportarle más naturalidad y calidez.
Los lavabos (también conocidos como lavamanos) y las bañeras son sanitarios fundamentales para cualquier baño y hasta hace poco se fabricaban principalmente en materiales cerámicos, porcelana o mármol, y también en acero inoxidable y fibra de vidrio.
Sin embargo, la irrupción de la madera en el baño ha llevado a que se produzcan verdaderas obras de arte que intentan conservar su color y vetas naturales, aunque también pueden ser pintados con distintos tintes que ayuden a realzar sus dibujos originales.
La mayoría de estos sanitarios están fabricados con maderas tropicales de gran calidad para asegurar su resistencia y durabilidad a pesar de su exposición al agua, ya sea en su estado líquido o vaporizada.
Su diseño es variado y, en el caso de los lavabos o lavamanos, éstos pueden elaborarse con formas rectas u ovaladas, lo que le permite jugar estéticamente con el resto de la decoración y mobiliario del baño.
Las opciones también incluyen modelos de pie o colgantes, siendo los primeros los que mejor se adaptan a los baños más clásicos, mientras que los segundos resultan más adecuados para ambientes modernos y minimalistas.
Para que estos sanitarios puedan exponerse sin problemas al agua y tener una mayor vida útil, es de vital importancia el tipo de madera que se utiliza en su fabricación.
Para ello se emplea material proveniente de especies nobles y resistentes, como el nogal, la caoba, la teca y el wengé, que son maderas oscuras; también se suele recurrir a maderas claras como el cerezo, la haya, o el cedro.
También se pueden utilizar otros tipos de maderas nobles tratadas a altas temperaturas (termotratadas), que sin necesidad de incorporar productos químicos, sufren cambios en su estructura interna y propiedades, lo que las hace más estables y resistentes.
Sanitarios de madera: Tratamiento de impermeabilización
Todas estas maderas son resistentes a la humedad, pero no son impermeables, por lo que es necesario realizar un sellado de toda su superficie.
Este tratamiento se realiza al final del proceso de elaboración, barnizando los sanitarios con aceites especiales que no sólo protegen su exterior, sino que también evitan que el agua se filtre por los poros y termine generando la aparición de hongos o una posterior pudrición.
Este barnizado final también contribuye a darle a los sanitarios de madera una mayor resistencia a los cambios de temperatura que suelen registrarse en el interior del cuarto de baño.
