El uso combinado de materiales en el revestimiento del piso puede darle un aspecto único a una sala, si se saben hacer las mezclas correctas aprovechando las características físicas (color y textura, principalmente) de cada uno de esos elementos.
Los materiales que más suelen combinarse para cubrir suelos son distintos tipos de maderas duras con piedras naturales, sobre todo el mármol y el granito, aunque también es común unir esas maderas con azulejos de cerámica y porcelana.
Las maderas duras provienen de especies como el ébano, el nogal, la teca, el lapacho, el roble, la haya, etc., y se caracterizan por su belleza y resistencia a la erosión tanto por el roce de objetos como a la exposición a factores ambientales, sobre todo a los altos niveles de temperatura y humedad, lo que permite su instalación incluso en ambientes exteriores.
Volviendo al tema del revestimiento combinado de pisos, además de los materiales minerales o industriales antes mencionados, existen otros productos más novedosos que pueden ser enmarcados por las maderas antes citadas para lograr un efecto estético espectacular, como es el caso de las baldosas de cuero.
Estas piezas están hechas, precisamente, de cuero vacuno (reciclado en la mayoría de los casos, por lo que su impacto ambiental es mínimo). Ofrecen, además, la ventaja de ser fáciles de instalar y que resultan un material muy duradero, a tal punto que algunos fabricantes los ofrecen con garantías hasta de 25 años.
La mayoría de los pisos hechos con la combinación de los materiales mencionados tienen la principal desventaja de su precio. Por ejemplo, las maderas duras se caracterizan por tener costos de producción muy elevados, ya que muchas especies demandan una importante cantidad de años hasta que la madera madure lo necesario.
Uno de los árboles de madera dura más económicos es la haya, lo que favorece su uso como ornamento o revestimiento en las casas particulares.
La combinación de materiales de distinto origen también puede implicar un reto importante, ya que la instalación de baldosas de piedra natural, cerámica o porcelana implica el uso de agua, un elemento que a la larga puede convertirse en un enemigo de los pisos de madera dura, a pesar de su resistencia a la alta humedad ambiente.
A su vez, los pisos de madera, ya sea en forma de tablas o listones, suelen tener un grosor diferente de las piezas de piedra natural, cerámica o porcelana. Por lo que lograr que todos los materiales del suelo terminen colocados a la misma altura es crítico para obtener un piso de materiales combinados correctamente instalado.
Pisos con materiales combinados: Contracción y expansión
Otro detalle a considerar son las características de expansión y contracción de los materiales a combinar. Mientras la piedra natural, la cerámica y la porcelana se expanden y contraen muy poco, el piso de madera puede cambiar las dimensiones drásticamente por las alteraciones bruscas de la humedad relativa. Por ese motivo, si se va a instalar un piso con materiales combinados, es importante contar con un sistema de climatización que pueda mantener la humedad relativa a un nivel constante durante todas las estaciones del año.
Estos puntos en contra de los pisos con materiales combinados pueden verse compensados por el gran valor estético que aportan a un lugar, y por su alta durabilidad, que les permite permanecer inalterables por una importante cantidad de años, obviando la necesidad de incurrir en gastos para su reemplazo.
