El revestimiento de fachadas con láminas de vinilo es un recurso habitual en la construcción de casas prefabricadas, gracias a su peso más bajo que otros materiales y a la facilidad de montaje, dándole a la construcción un toque distinguido, elegante y personal.
Si bien entre las principales ventajas de este tipo de revestimiento se menciona la poca necesidad de mantenimiento o pintado durante su vida útil, existen ocasiones en las que aparecen sobre su superficie unas manchas negras, similares al alquitrán, que pueden afear notablemente su aspecto si el problema no se trata a tiempo.
Esos desagradables puntos negros suelen aparecer por miles, del tamaño de una punta de bolígrafo y de textura endurecida, que cuando se retiran de la pared dejan una pequeña mancha marrón.
Este fenómeno suele darse en aquellas paredes que se encuentran cerca de jardines o parques, y por lo general se trata de hongos capaces de crecer en cualquier lugar y que especialmente prosperan en las zonas en que predominan el frío y la humedad.
Por lo general son microorganismos que habitualmente crecen en los acolchados o mulching de jardinería a base de madera, especialmente aquellos que utilizan una combinación de corteza y madera dura. Este hongo puede afectar y crecer en múltiples superficies cercanas incluyendo revestimiento de madera, cercas y fachadas de vinilo.
Debido a su alta adherencia, puede resultar difícil erradicar esos hongos. Es por eso que, si es posible, es mejor lavar el revestimiento de vinilo cuando las esporas recién se depositan en su superficie, algo que por lo general tiene lugar cuando el clima es húmedo, con temperaturas que van de los 10 a 20ºC.
Existe una buena cantidad de remedios «mágicos» que pueden hallarse en distintas fuentes, incluyendo jabones especializados y tratamientos antifúngicos, cuyos defensores afirman que pueden deshacerse de este tipo de hongo con sólo ser rociados sobre el revestimiento.
Sin embargo, algunos especialistas consideran que estas afirmaciones pueden no ser cierta. En realidad, es posible que tales productos sirvan para aflojar los puntos negros, pero en definitiva siempre necesitarán que al menos se friegue a mano para quitarlos en su totalidad.
En todas las soluciones propuestas se recomienda mantener mojada la superficie mientras se limpia pasando un raspador de pintura o espátula para quitar el hongo para luego aplicar el limpiador seleccionado, el que se deja actuar por unos minutos antes de comenzar a fregar.
Como algunos productos pueden ser muy agresivos y afectar el color original del revestimiento de vinilo, conviene hacer una aplicación de prueba en un área que no se encuentre a simple vista.
Unos de los métodos de ensayo y error en la eliminación de hongos de es la lejía (también conocida como cloro o lavandina). aunque no siempre funciona y parece ser una solución temporal. Además, aún requiere un montón de fregado.
Otra solución casera para combatir las manchas fúngicas del revestimiento de vinilo es el enjuague bucal. Al igual que con la lejía, se recomienda saturar el área afectada con el producto y permitir que penetre antes de fregar.
Limpiar fachadas de vinilo usando espuma de melamina
Una solución reciente al problema de las manchas de hongos en revestimientos de vinilo en exteriores es la espuma de melamina, un material que originalmente se usaba para la fabricación de paneles aislantes acústicos, pero que últimamente ha demostrado ser útil para la elaboración de esponjas con una estructura microporosa de alto poder abrasivo y limpiador.
La limpieza con esta herramienta ofrece mejores resultados después de la superficie fue rociada con alguno de los productos antes mencionados, ya que el cloro o el enjuague bucal matan al hongo, mientras la esponja se encarga de borrar las manchas que quedan.
Luego, se frota con la almohadilla para borrar las esporas restantes. Este método puede ser costoso dependiendo del tamaño del espacio en el que esté trabajando, ya que la espuma de melanina tiende a desarmarse rápidamente.
