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Cómo reparar daños de podredumbre en ventanas de madera

La podredumbre de la madera es causada generalmente por un tipo de hongo que destruye ese material y puede causar verdaderos estragos en ventanas que no han tenido un buen trabajo de mantenimiento de pintura, calafateo y barnizado. Si este problema no se soluciona a tiempo, puede seguir avanzando y destruir esas aberturas.

Sin embargo, en algunos casos es posible detener el proceso de deterioro y hacer reparaciones antes de tener que realizar el reemplazo total de la ventana afectada. A continuación se verán algunas opciones que permiten arreglar estructuras de madera parcialmente podridas.

Foto: This Old House

En primer lugar, se debe retirar todo el material dañado y la podredumbre de la ventana de madera con un destornillador o un cincel, para luego aplicar una masilla para madera, de la que existen distintos tipos comerciales que varían en su presentación y preparación.

Algunas de estas masillas se comercializan como polvo al que se le agrega la cantidad de agua indicada por el fabricante y se mezcla hasta obtener la consistencia  de una masa más o menos espesa. Por lo general, esta clase de producto se aplica en capas de 5 o 6 milímetros de espesor, dejando que cada aplicación se seque antes de seguir añadiendo masilla.

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Una vez que el área dañada ha sido rellenada totalmente y el material se ha secado, se procede a lijar para alisar y emparejar la superficie. Es importante terminar la reparación sellándola con un producto impermeabilizante, como imprimación y pintura para exteriores.

Para arreglar los daños causados por la podredumbre en ventanas de madera también se puede recurrir al uso de rellenos reparadores a base de poliuretano de dos componentes. Éstos son la resina y su correspondiente endurecedor que se mezclan entre sí para crear una masa epoxídica lo suficientemente delgada como para encajar en pequeñas aberturas y grietas, pero lo suficientemente gruesa como para ser moldeada.

A diferencia de las clásicas masillas de madera, ese material no se encoge ni se agrieta, aunque presenta la desventaja de ser muy pegajoso, lo que hace que sea difícil de trabajar y de limpiar. Sin embargo, este relleno se puede moldear tridimensionalmente a tal punto que permite reemplazar grandes segmentos de madera. Por ejemplo, si se necesita sustituir un ángulo de travesaño dañado o un perfil de moldura astillado, se puede modelar la masilla y darle la forma final del área a reemplazar.

Hablando de reemplazar, se puede dar el caso de que la mejor solución sea cortar la sección de madera dañada, y sustituirla por otro corte de madera nueva con las mismas formas y dimensiones, y pegarlo con un adhesivo de alta calidad que tolere la pintura que se le aplique posteriormente.

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Para esto se puede utilizar una sierra común o una herramienta eléctrica de corte multiuso o de vibración (conocida también como sierra oscilante, muy útil para realizar trabajos en áreas problemáticas). Una vez hecho el corte, se debe retirar toda la madera suelta y los restos de polvo  y suciedad.

Reemplazo del área de madera dañada: Trabajos finales

Se recomienda cubrir todos los lados de la pieza de reemplazo -más el área dañada- con una imprimación exterior antes de fijarla en su lugar, como medida adicional de protección contra la humedad.

Después de pegar y/o clavar o atornillar el corte de reparación en la ventana de madera, se sugiere rellenar las juntas con masilla para luego aplicar un sellador impermeable apto para ser pintado.

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