Usado como material de construcción y decorativo por los antiguos romanos, el travertino es una de las varias piedras naturales que en la actualidad de usan para la pavimentación de patios y senderos del jardín, la instalación de pisos, el revestimiento de paredes, e incluso para el armado de encimeras para baños.
Reemplazar la vieja mesada por una elaborada con baldosas de esta piedra caliza puede ser una tarea entretenida y no muy complicada, siempre que se utilicen las herramientas y materiales adecuados, y se tengan algunos conocimientos básicos de construcción y decoración.
En primer lugar, se retira la encimera antigua. Es posible que al quitarla se descubra que no se cuenta con un marco de soporte sobre el que se pueda apoyar la nueva mesada. Si ese es el caso, se puede montar una estructura de apoyo consistente en cuatro listones de madera en la parte superior del tocador (dos tablas en la zona posterior y dos en el frente). Un quinto listón se usará para crear el labio frontal de la nueva encimera.
A continuación, se atornilla sobre la nueva estructura la base de la nueva encimera, consistente en una placa de madera de aproximadamente 1 centímetro de espesor. Es importante recordar que antes de hacer la instalación se deben recortar en la tabla los espacios correspondientes al lavamanos, grifo y llaves.
El siguiente paso consiste en distribuir sobre la mitad de la tabla ya fijada el pegamento indicado para la colocación de las láminas con las baldosas de travertino, usando para ello una paleta de albañil o una llana.
Una vez que se colocaron las hojas sobre la mitad tratada con el cemento, se procede a esparcir el adhesivo en el resto de la mesada y se repite la el trabajo de instalación de las láminas.
El hecho de trabajar en secciones es importante para que el pegamento no se seque antes de terminar con la colocación del travertino.
Acabado de las baldosas de travertino
Para este trabajo, se puede utilizar las hojas de travertino de 30×30 centímetros que incluyen pequeños cuadrados, cada uno de 3×3 centímetros. En cuanto al acabado, se puede optar entre uno envejecido o pulido, dependiendo del gusto del dueño de casa.
El primero luce un cepillado que deja ver un suave relieve y resalta las capas y tonos del material de manera muy especial. El pulido, por su parte, muestra un acabado más espejado.
Una vez colocadas todas las hojas con baldosas de travertino se deja secar por el tiempo indicado por el fabricante antes de aplicar la lechada sobre toda la parte superior y los lados de la nueva mesada.
Finalmente, se limpia toda la superficie con una esponja húmeda y se procede a volver a instalar la grifería y accesorios que pudieran haberse retirado antes de comenzar con el trabajo.