Los muros de piedra en patios o jardines pueden ser atractivos agregados a un hogar, ya que pueden aprovecharse para realzar el paisaje exterior de la casa, para crear cascadas, o para desarrollar muchas otras estructuras como las terrazas.
Para construir una pared de estas características no siempre se tiene que llamar a un profesional, sobre todo si se trata de un trabajo relativamente pequeño que puede ser hecho por uno mismo, y esta es la razón por la que puede ser útil saber cómo levantar un muro de piedra por cuenta propia.
Antes de emprender este trabajo de albañilería, es conveniente plantearse si se es bueno para seguir instrucciones precisas, si no teme ensuciarse un poco las manos, y si tiene la voluntad necesaria para realizar esta tarea al aire libre.
Una vez aceptado el desafío, lo primero que debe hacerse es el trazado del plano o mapa de la ubicación del muro de piedra.
Esto se puede hacer con facilidad, usando pintura en aerosol no nocivo con el paisaje para hacer el trazo por toda la longitud de la futura estructura.
También se deben utilizar palos altos como marcadores para indicar los extremos de la pared. Debe tratarse de que dichas varas sean largas y claramente visibles.
A continuación, se obtiene una cuerda fuerte que se estira entre los dos palos que indican los extremos del muro de piedra. Es necesario amarrar la soga al primer palo, asegurándose de que quede marcando la altura de la pared, y luego estirar la cuerda hasta la vara en el otro extremo. Esta línea será importante para mantener la pared recta y nivelada.
Una vez que se haya marcado la pared y estirado la cuerda, se puede proceder a excavar la zanja de los cimientos. La profundidad de la fundación dependerá de la altura del muro. Cuanto mayor sea el alto, más profunda será la zanja.
La base debe ser más ancha que la piedra más grande, y debe ser de 30 centímetros de profundidad por cada 120 centímeros de altura de la pared. Luego se llena la zanja, casi hasta el tope, con grava, sobre la cual se colocarán las piedras.
Se escogen las mejores rocas y se las coloca en la grava a modo de prueba. Esto se hace para determinar qué piedras se ajustan mejor entre sí, antes de comenzar a agregar mortero. Las piedras con mejor ajuste proporcionarán la mejor estabilidad al muro.
Después de la prueba, se colocan las piedras a un lado, cerca de donde será colocados el mortero. Esto ayudará a mantener un registro de dónde va cada piedra cuando se comience a agregar el mortero de cemento.
Es importante apartar una fila de piedras parejas para la parte superior de la pared, para asegurar un buen aspecto del acabado.
Para la elaboración del mortero pueden seguirse los pasos indicados en este post, o directamente adquirir las mezclas que ya vienen preparadas y que sólo necesitan que se les añada la cantidad necesaria de agua siguiendo las instrucciones del fabricante.
Una vez que la mezcla esté lista, se toma una buena porción de la misma y se la coloca sobre la grava o ripio. Después de hacerlo, se ubica la primera piedra encima del mortero, dándole un empujón suave para asegurarse de que está bien asentada sobre el mortero. Luego se debe repetir este proceso, con las otras piedras, hasta cubrir la longitud completa del muro.
En esta etapa del trabajo es necesario usar un nivel para mantener la correcta alineación de las partes. Se puede añadir más mezcla a una piedra si parece que requiere estar algo elevada para mantener el nivel del resto de la pared. Una vez que se haya llegado al final del muro, se debe establecer otra línea o hilada de piedras en seco.
Luego, se retiran las rocas y se coloca el mortero sobre la primera línea del muro para la colocación defintiva de aquellas, asegurándose de que las juntas queden lo más escalonadas posible, para ayudar a la estabilidad de la estructura.
Muro de piedra: Trabajos finales
A continuación, se repite el trabajo con el resto de las hiladas de piedra hasta alcanzar el límite indicado por la cuerda. Finalmente, termina la parte superior de la pared, utilizando las piedras que habían apartado al principio.
Si cayeron gotas o se formaron grumos de cemento sobre las caras del muro de piedra, los mismos deben limpiarse antes de que se sequen.
