Los pisos de linóleo son fáciles de colocar y de mantener. Además, son resistentes, muy resistentes, y duraderos. Una misma puede colocar los pisos de linóleo con un poco de paciencia y mucha prolijidad -a menos que se trate se trate de láminas de linóleo. Pero yendo al grano: el cuidado de los pisos de linóleo requiere de algunos trucos, algunos consejos, para que se mantengan brillantes por muchos años.
Los consejos sobre cómo cuidar y mantener los pisos de linóleo que verás en breve, sirven y se adaptan a cualquier color y acabado. Como sabes, los pisos de linóleo pueden encontrarse con estampas y dibujos o con motivos de los más diversos. ¿De qué están compuestos que es tan práctico usar pisos de linóleo en casa o en establecimientos comerciales? Lo leerás a continuación.
Limpieza diaria del piso de linóleo
El piso de linóleo está hecho a base de corcho, resina y aceite de linaza (lin-óleo), como principales elementos. Esta característica hace que el suelo de linóleo sea tan resistente como seguro, dado que en él no proliferan gérmenes, es antiestático y resiste al fuego. Si tienes pisos de linóleo en tu casa, podrás seguir estos tips para limpiarlo, ya se trate de baldosas de linóleo o de láminas.
Para la limpieza diaria no necesitas echar agua con un balde; verás que los resultados son óptimos con sólo pasar un trapo limpio y humedecido en agua tibia, con vinagre, jabones líquidos o jabones de bajo pH. Si periódicamente realizas esta limpieza, tu suelo de linóleo estará brillante y resistirá mucho tiempo.
Cómo reavivar el brillo en el suelo de linóleo
Si por alguna circunstancia tu piso de linóleo ha perdido su brillo o su impronta reluciente, podrás recuperar su apariencia original mediante la aplicación de cera para linóleo, o abrillantadores para pisos de linóleo. No apliques productos de limpieza alcalinos en este piso, ni disolventes ni barnices.
Recuerda que el agua puede dañar el suelo de linóleo si la aplicas en exceso, dado que las juntas tienden a despegarse ante la humedad excesiva. Si ves que las juntas del piso de linóleo han acumulado mucha suciedad, frótalas con agua bien caliente y detergente. En caso de que notes que una capa opaca recubre tus pisos de linóleo, puedes frotar sobre ellos amoníaco, dejar reposar unos minutos y luego rascar con un cepillo de nailon.
Me parecen unos consejos excelentes 😀
Un artículo muy interesante