Darle un toque personal y moderno a la parte exterior de un armario o de un placar puede ser una manera sencilla de cambiar el aspecto general de una habitación, sobre todo si para esta tarea se decide utilizar revestimientos con papel vinílico pintado.
Si se ha decidido renovar la imagen de este tipo de muebles, el primer paso será decidir cuáles serán los colores y diseños que lucirá el empapelado, además de determinar si se comprará el papel y el pegamento por separado, o si se recurrirá a materiales auto-adhesivos.
Estos últimos ofrecen la ventaja de que sólo necesitan ser cortados a medida y pegados directamente sobre la superficie, lo que se traduce en un trabajo más rápido y relativamente fácil, aunque debe tenerse cuidado con seleccionar papeles que tengan un mejor poder de adhesión, para que el instalador pueda sacarlo y volverlo a colocar para corregir posibles errores de posición.
En todo caso, no hay que dudar en quitarse todas las dudas al momento de adquirir el papel, ya que existe en el mercado una gran variedad de productos que difieren respecto de su calidad de fabricación, grosor, textura, y resistencia, entre otras características, También hay que asegurarse de que el papel pintado sea el indicado para trabajar sobre el material de que está hecho el mueble a cubrir.
Como la parte externa de un armario o placar es, obviamente, la más expuesta a la vista, es importante saber seleccionar aquellos papeles pintados cuyos colores, tonalidades y estampados combinen lo mejor posible con el estilo y la decoración del resto de la habitación.
El método propio del empapelado de un armario o placar no difiere mucho del que se aplica a la decoración de la pared de una habitación.
Primeramente, se deberían reparar las imperfecciones, rayones o agujeros presentes en el mueble. Si éste es de madera, se pueden seguir algunos trucos económicos para cubrirlos. Luego se procede a lijar toda la superficie para dejarla lista para recibir la nueva decoración.
Si el armario o placar ya estaba empapelado será necesario eliminar todo el papel pintado utilizando un producto que elimine la adhesividad del pegamento, para retirar luego el revestimiento con la ayuda de una espátula siguiendo un movimiento de arriba hacia abajo. Una vez terminada la extracción, se procede a lijar.
A continuación, con la ayuda de un cepillo de cerdas suaves se repasa toda la superficie para retirar los restos de polvo, aserrín y otras suciedades. Para asegurarse de que la limpieza sea lo más completa posible, se puede repasar con un paño o esponja humedecida con agua.
También se debe preparar el papel pintado, cortando sus tiras con la altura igual a la de las partes del mueble que se desean cubrir. Estas piezas ya cortadas se colocan sobre una mesa u otra superficie firme con el reveso hacia arriba para aplicarles el pegamento según las indicaciones del fabricante.
El siguiente paso en el empapelado del exterior de un armario o placar consiste en pegar el papel vinílico, comenzando por la parte superior y por una esquina, apoyándolo poco a poco y alisando con una brocha, una espátula plástica, un rodillo, un cepillo o un trapo, haciendo movimientos del centro hacia las esquinas para evitar la aparición de burbujas de aire que afecten el resultado final.
