El ladrillo cara vista es una solución estética que cada vez tiene más aceptación entre los propietarios de vivienda. Es una elección que se caracteriza por ser de una simplicidad muy grande y que además, encaja bien en cualquier vivienda.
Para realizar una pared de ladrillos vistos deberemos barrer el cimiento así como rectificarlo si este está desnivelado, verificando con un nivel liquido o láser.
Pasaremos a colocar sobre una pequeña capa de mezcla las puntas y los encuentros de las diferentes paredes así como la posición y lugar en el que van las puertas.
Es muy improtante colocar los hilos de replanteo para las paredes y verificar al detalle las escuadras.
Para colocar el hilo guia, es importante ponerlo de cara a la pared que queramos que quede más pareja. Para colocar el hilo, pondremos el primer ladrillo y sobre el, apoyaremos otro a la vez que atamos el hilo. Cada vez que hacemos una hilada se va levantando el hilo así mantenemos un nivel perfecto.
Pasamos a colocar ladrillos, es importante colocarlos mojados sobre una superficie tambien levemente mojada. Cada cinco hiladas es importante comprobar el nivel de burbuja o la plomada.
Para colocar los ladrillos, tras echar la mezcla, es muy importante que lo hagamos separándolo un poco del ladrillo anterior, para ello hemos de presionar con movimientos tipo vaivén.
Posteriormente recuperaremos la mezcla sobrante con la espátula y la tiraremos en nuestro balde. En una pared a la vista hay que ser especialmente cuidadoso con este punto, ya que el ladrillo no puede quedar manchado.
