Un aislante térmico protege de toda temperatura extrema un ambiente, ya se trate de exceso de frío o de calor. En el caso de los aislantes ecológicos, son aquellos cuyos materiales son producto del reciclaje, o liberados de sustancias tóxicas que perjudiquen -en el menor o el largo plazo- al medio ambiente. A continuación, presentamos varias opciones para elegir cuál se adapta mejor a cada estilo y necesidad.
Pensar en usar aislantes térmicos en los hogares ya de por sí significa un ahorro de energía favorable al medio ambiente. En este sentido, los aislantes ecológicos cumplen la función de conservar la temperatura moderada tan bien, o mejor, que aquellos que no lo son, teniendo la ventaja, además, de ser accesibles a todo presupuesto.
Tipos de aislantes térmicos naturales y usos
Uno de los más apreciados aislantes térmicos naturales es el papel reciclado. Para implementar este tipo de aislante -de eficacia comparable a la madera- se usan periódicos reciclados. El modo de reciclarlo es triturarlo y agregar a la pasta sales de bórax. Asimismo, el mercado está produciendo cada vez más opciones sustentables y no-tóxicas en aislación térmica, como la lana y el cáñamo.
Cómo y dónde colocar aislantes térmicos ecológicos
Básicamente, el lugar donde colocar aislantes depende de cada casa y de cada necesidad. En casas recicladas, se aplican en los huecos y sitios que ameritan ser rellenados, como los sobretechos, las cámaras antiguas, etc. Pero también, estos aislantes son eficaces en construcciones modernas y nuevas, ya sea en tabiques de paredes como en forjados.
Si se trata de una construcción en madera, el aislante térmico ecológico elegido puede ser el cáñamo, o la lana. El corcho también se usa en estos casos, aunque es más apropiados en sitios donde el espacio es muy reducido. Esta última opción es una de las más atractivas en cuanto a terminaciones.
Ventajas de usar aislantes térmicos naturales
La colocación de aislantes térmicos ecológicos, sobre todo la de aquellos compuestos de celulosa, tiene por ventaja la facilidad y rapidez del proceso. El modo de implementarlo es desde dentro de la casa misma, ya que no es tóxico, y es posible realizar el trabajo una misma, por lo que resulta una opción mucho más económica que otro tipo de aislante que requiere de mano de obra especializada.
Por lo demás, hay que insistir en el ahorro energético que supone la instalación de aislamiento térmico, especialmente si es ecológico y amigable con el medio ambiente.