El mármol es un material muy apreciado para la decoración de distintos ambientes, gracias a su acabado brillante y la variedad de texturas que contribuyen a darle un toque sofisticado, personal y elegante a cualquier lugar.
Uno de los principales usos ornamentales de esa piedra consiste en la colocación de losas o baldosas de esta piedra en los pisos, una tarea que demanda una serie de trabajos particulares teniendo en cuenta las características de ese material.
Las baldosas de mármol, a diferencia de las losas de cerámica, puede variar en cuanto a su composición, estructura, compacidad, dureza, componentes extraños, grietas naturales, brillo de la superficie. Asimismo, y a pesar de ser considerado un material fuerte, puede sufrir daños debido a la presión excesiva o por la caída de objetos pesados sobre su superficie.
Por ese motivo es importante, al momento de decidir la colocación de losas de mármol, verificar al momento de su compra las características físicas de las mismas, ya que pueden ser muy diferentes según el fabricante, métodos de elaboración y precio.
Hablando de precio, las losetas de mármol de buena calidad no suelen ser muy baratas, por lo que es importante tener bien claro cual es la cantidad que se va adquirir. Para ello es necesario calcular correctamente la superficie a cubrir con las baldosas.
Debe considerarse también que con las losas de mármol se busca que el piso tenga el aspecto de una pieza única. Por ese motivo los bordes de cada pieza son agudos y éstas se montan apretadas unas contra las otras.
Este montaje supone una perfecta nivelación y colocación de cada pieza, sin permitir desviaciones en la altura ni en los lados, por lo que es importante trabajar sobre un terreno bien nivelado y mantener los bordes laterales de cada pieza completamente limpios y sin rebabas.
Es importante recordar que una disposición irregular de las baldosas de mármol es la causa principal de que las mismas se resquebrajen por el tránsito de las personas o al tener que soportar otros pesos.
Un truco pare eliminar esos rebordes consiste en verter un poco de acetona sobre la loseta, luego se limpia con un paño suave y se deja secar durante la noche.
El adhesivo a utilizar es otro aspecto destacado que debe tenerse en cuenta para instalar losas de mármol en pisos, debiendo seleccionarse el mismo según el tipo de mármol sobre el que se va trabajar. Usualmente, para los buenos mármoles calcáreos de grano fino y naturaleza compacta se utilizan mezclas de arena y cemento Portland blanco, a las que se les agregan aditivos poliméricos para aumentar la adhesividad, plasticidad y el tiempo de fraguado.
Para los mármoles de naturaleza menos compacta, agrietados con incrustaciones térreas y los dolomíticos, se utilizan adhesivos epóxicos que también ayudan a sellar la baldosa por su cara de apoyo. Si se desea economizar algo de dinero, se puede sellar la cara de apoyo de la losa con una resina para luego montarla con una mezcla de cemento convencional.
El siguiente paso para comenzar a colocar losas de mármol en pisos es medir el centro de cada pared y realizar una marca tenue con un lápiz. Luego se toma una línea de tiza y se sujeta cada extremo de esta contra los centros de dos paredes opuestas; se baja la línea y se la marca en el suelo para crear una línea de tiza. El procedimiento deberá repetirse con los dos muros restantes, de manera que las dos líneas se crucen y determinen el centro el piso.
Esta marca servirá para continuar marcando una cuadrícula que indicará correctamente donde deberá ir cada una de las losas de mármol.
Presentación de las baldosas de mármol sobre el piso
El siguiente paso consistirá en colocar las baldosas dentro de la trama dibujada todavía sin aplicar pegamento, con el fin de detectar aquellas áreas en las que se deberán cortar piezas para que encajen lo más perfectamente posible.
Una vez hecho esto, se retiran las losas de mármol y se procede a aplicar en el suelo una capa de la mezcla adhesiva con una llana metálica dentada. A continuación se procede a colocar las baldosas sobre la superficie tratada dentro de los 10 minutos después de aplicar el mortero, teniendo cuidado de que las baldosas no se corran y de que no queden rastros de pegamento en su cara superior.
En caso de que se observe que parte del adhesivo sobresale por entre las losas, se procede a retirar los excesos con la ayuda de una espátula o cuchillo pequeño.
Finalmente, se deja secar el pegamento durante el tiempo indicado por el fabricante antes de transitar sobre el nuevo piso. En muchos casos se podría necesitar un sellado posterior a la colocación de las losetas, usando para ello ceras especiales para mármoles que rellenan los poros e impiden la absorción de agua.
