Fácil de manipular y trabajar, la masilla epóxica o epoxy puede ser el material perfecto para hacer reparaciones permanentes de los marcos de las ventanas en estado de descomposición, las jambas de las puertas y las molduras exteriores de madera que son difíciles de quitar y costosos de reemplazar.
Este material, que puede adquirirse en casas de pintura, artesanías o ferreterías, consta de dos componentes que se mezclan como masa, la que se moldea como arcilla de modelado y, cuando se endurece, se adhiere fuertemente a las superficies tratadas, no se agrieta ni desprende como puede suceder en otros rellenos para madera.
A continuación, se darán algunas indicaciones básicas sobre cómo mezclar, aplicar y moldear un relleno de masilla epóxica para crear una reparación duradera en piezas dañadas o podridas.
En primer lugar, debe probarse el área que rodea la madera dañada con un punzón o un destornillador para determinar la extensión de la podredumbre. La madera suave y fácilmente penetrada está podrida o empieza a caer y debe ser removida hasta toparse con áreas más sólidas.
En ese momento también es importante determinar cuál fue la causa real de la podredumbre y solucionarla antes de continuar con la reparación. Por ejemplo, la base de una estructura de madera asentada directamente sobre el concreto se encuentra más expuesta a absorber humedad, lo que demandará la realización de trabajos de aislamiento que impidan el contacto directo entre la madera y el hormigón.
Otro problema que puede presentarse es que la capa de pintura o barniz que cubre la madera se encuentra agrietada o descascarada, lo que permite la entrada de agua y la consecuente podredumbre.
Para que la superficie quede lista para recibir el tratamiento con la masilla epóxica y para garantizar la correcta adherencia de ésta con la madera, se quitan los restos de pintura vieja con la ayuda de un raspador o una lija.
La siguiente fase consiste en la preparación de la masilla epóxica, tomando dos partes iguales de los componentes A y B, las que se mezclan con un cuchillo o espátula durante dos o tres minutos hasta que queden bien mezcladas.
No debe esperarse a que la masa se endurezca completamente antes de rellenar la madera dañada. Por lo general, a 21ºC, se tendrán 30 minutos antes de que el epóxido comience a endurecerse, ya que este material se formula para permitir suficiente tiempo de trabajo en condiciones normales, pero la temperatura es el factor clave. El calor acelera la reacción y el frío la hace más lenta.
Por ello es importante trabajar a la sombra y mantener los materiales frescos cuando se esté mezclando y aplicando la masilla epóxica. Entonces, si se desea acelerar el proceso de endurecimiento, se puede utilizar un secador de pelo o una pistola de calor.
Con la ayuda de una espátula o cuchillo para masilla fino, se aplica el epoxy rellenando el área cavada en la madera.
Para ahorrar masilla cuando se hacen reparaciones grandes o profundas, conviene cortar o tallar un bloque de madera para llenar la mayor parte de la cavidad, y recién entonces aplicar la mezcla epóxica para pegar el bloque antes de cubrirlo con más pasta. Se recomienda usar el mismo tipo de madera para la reparación y alinear el grano en la misma dirección que la pieza a arreglar.
No es necesario que la parte exterior del relleno quede con una forma perfecta; sólo hay que asegurarse de hacer que la masilla quede lo más pareja posible con las superficies circundantes.
Una vez que la masilla epóxica endurece, es fácil de modelar y lijar con herramientas estándar de carpintería. Se comienza a desbastar con una lima plana o una lija de grano grueso.
Se debe trabajar siguiendo la forma de la madera circundante. Cuando se han lijado las irregularidades más grandes y la supeficie luce más lisa, se puede pasar a trabajar en los detalles.
Acabado de la masilla epóxica con limas o lijas
Dependiendo del perfil o forma que se desea recrear, es posible que para esta labor más fina se necesiten limas para madera redondas o semirredondas, o lijas de grano más fino.
Terminado el trabajo de lijado y modelado, se limpia pasando un cepillo de cerdas suaves y un paño húmedo para retirar los restos de polvo y virutas antes de aplicar una capa de imprimante acrílico para sellar la madera. Una vez seco, se aplican dos capas de pintura para terminar con el trabajo de reparación.