Los techos de loza son un remate ideal para viviendas rústicas o modernas, aportan un estilo inconfundible y dotan a la vivienda de un elemento de distinción y calidad inequívocas. Hemos de decir, además, que los mismos se caracterizan por ser altamente resistentes a todo tipo de situaciones climatológicas.
Sin embargo, existe la posibilidad que con el paso del tiempo, algunas de estas lozas se dañen o se resquebrajen haciendo peligrar el acabado de la vivienda así como siendo un punto débil por el cual pueden atacar la humedad e incluso las goteras.
Reparar un techo de loza es una cuestión fácil y apropiada para realizar por cualquier persona si se toman en consideración las medidas de seguridad básicas. Atento a los siguientes párrafos, puesto que aquí está la clave para solucionar este problema.
En primer lugar, quitaremos la membrana asfáltica, que es una capa de protección que nos permitirá acceder a la propia loza.
El siguiente paso será acceder a la loza y pasar a picar con mucho cuidado en los bordes de la fisura. Una vez picado, pasaremos a rellenar estos huecos con una mezcla cementica que ha de ser necesariamente hidrófuga, (materiales tales como la cerecita).
Con estos huecos rellenados, cubriremos con pintura asfáltica para dotar de impermeabilidad y resistencia al arreglo y por último repondremos las membranas que previamente hemos quitado.
Una solución sencilla y efectiva para conseguir que tu techo de loza se mantenga nuevo y sin ningún tipo de daños estructurales o estéticos que pudieran afearlo.
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