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Cómo revocar muros exteriores

El revoque de los muros exteriores de una casa debe reunir características diferentes a las paredes interiores, debido a que los primeros se encuentran más expuestos a las condiciones ambientales imperantes (sol, viento, lluvias, etc.), razón por la cual deben contar con una mayor resistencia e impermeabilidad.

Por ello, para dotar a estas estructuras de un buen revestimiento, es necesario aplicar tres capas sucesivas de mezclas de distinta composición y que se conocen como azotado o chicoteo hidrófugo, revoque grueso y revoque fino.

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El azotado es la primera capa de material que se aplica sobre un muro exterior, y con el mismo se trata de garantizar su impermeabilidad. Generalmente consiste en una mezcla de una parte de cemento, tres de arena fina y una de material hidródugo, mezclándolo muy bien y luego agregándole agua en la proporción recomendada por los fabricantes o hasta que se vea que se convierte en una mezcla semiespesa.

El azotado o chicoteo se aplica con una cuchara de albañil, teniendo cuidado de que la capa tenga de 1,5 a 2 centímetros de espesor y no queden orificios de aire. Para ello es necesario presionar la herramienta sobre ese primer revoque las veces que sea necesario hasta que la superficie quede totalmente lisa, pareja y sin poros. Se termina con una azotada de mezcla en estado medio líquido salpicando toda la superficie del muro.

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Es probable que la inclusión del cemento aumente la contracción de la mezcla y se produzcan fisuras cuando la capa se expone a una aireación excesiva.  Por eso, es importante cubrir la superficie trabajada con elementos húmedos y protegerla del calor para lograr un fraguado normal y una hidratación homogénea.

La segunda capa corresponde al denominado revoque grueso y se aplica después de que el azotado o chicoteo se haya secado completamente, algo que puede demandar uno o dos días, dependiendo de los productos utilizados y de las recomendaciones del proveedor.

Esta mezcla suele consistir en tres partes de cal, una de cemento y siete de arena fina, agregándole agua hasta obtener una consistencia semidura.

El revoque grueso deberá tener un espesor de 1 a 2 centímetros si el muro se halla en buenas condiciones. La mezcla se aplica también con una cuchara de albañil desde abajo hacia arriba. Para emparejar toda la superficie se puede utilizar una regla de madera o de aluminio, o un fratacho.

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Aplicación del revoque fino sobre una pared exterior

Una vez que el revoque grueso se haya secado, se está en condiciones de aplicar la tercera y última capa, conocida como revoque fino, usando para ello una mezcla de una parte de cal de muy buena calidad, una octava parte de cemento y dos partes de arena fina muy bien tamizada. A estos materiales se le agrega la cantidad de agua suficiente como para obtener una masa blanda.

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Como se trata de la capa final de revoque, se debe utilizar un fratacho con almohadilla para obtener una terminación más fina y una superficie totalmente lisa. El espesor aproximado del revoque fino es de sólo medio centímetro.

Cabe recordar que las proporciones mencionadas en el presente post tienen un carácter orientativo, por lo que es conveniente consultar las instrucciones y recomendaciones del fabricante de los materiales empleados para lograr un mejor resultado final.

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