Según datos oficiales, el Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar (PRO.CRE.AR Bicentenario) permitió el inicio de la construcción de más de 200 mil casas en todo el territorio nacional, durante más de tres años de vigencia.
Este programa se inició en junio de 2012, con la intención de otorgar un total de 400 mil créditos destinados al financiamiento de la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas, como así también para adquirir aquellas casas que son construidas por el Programa a través de desarrollos urbanísticos.
A fines de noviembre de 2015, de acuerdo con lo informado por el PRO.CRE.AR., un total de 200.468 fueron iniciadas desde su implementación, de las cuales 171.143 pertenecen a las líneas individuales con 121.289 obras finalizadas, mientras que 29.325 construcciones corresponden a los 79 desarrollos urbanísticos que se están levantando en diferentes localidades distribuidas a lo largo de todo el país, y de los cuales ya se sortearon 25.
Según las estadísticas manejadas por programa, el promedio de edad de las personas que solicitan acceder a créditos hipotecarios es de 36 años, con un ingreso neto de alrededor de los 8.395 pesos, abonando una cuota mensual de 3.096 pesos en un plazo de 18 años.
Más de la mitad de los titulares solicitantes son casados, que alcanzan el 58 por ciento del total, mientras que los solteros rondan el 35 por ciento, y el 7 por ciento restante corresponde a personas viudas o divorciadas.
En cuanto a su condición laboral, el informe del PRO.CRE.AR. señala que el 75 por ciento de los titulares trabaja en relación de dependencia, el 22 por ciento es monotributista (trabajador independiente), y el 3 por ciento es jubilado.
La finalidad básica de este programa de financiamiento para vivienda no sólo apuntaba a facilitar el acceso de las familias a su casa propia, sino también a impulsar la actividad económica y el empleo, ya que se se estima que cada vivienda construida por el sistema está habitada por 3 personas y genera 4 puestos de trabajo en la industria de la construcción.
Como PRO.CRE.AR. fue pensado para atender diferentes necesidades habitacionales de una parte de la población teniendo en cuenta la situación socioeconómica e integración de cada familia solicitante, se desarrollaron distintas líneas de crédito destinadas a la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas, a las que luego se sumaron dos nuevas líneas para la financiación de la compra del terreno y posterior construcción de la vivienda, y para la compra de vivienda nueva a estrenar.
Línea de PRO.CRE.AR. para la construcción de vivienda con terreno
Los créditos para la construcción de vivienda con terreno están destinados a aquellos beneficiarios que ya cuenten con un espacio físico propio o de un familiar directo (padre, hijo, cónyuge o concubino/a) y que deseen obtener el financiamiento necesario para la edificación de una casa única, familiar y de ocupación permanente.
Del mismo modo, en caso que los interesados tengan la posibilidad de comprar un terreno, también se encuentran habilitados para inscribirse para ser sorteados y adquirirlo después de ser seleccionados para comenzar el trámite del crédito hipotecario correspondiente.
La construcción de la vivienda en un terreno propio puede ser en base a un proyecto propio o de alguno de los modelos de vivienda que el mismo PRO.CRE.AR. pone a disposición, que incluyen prototipos de uno, dos o tres dormitorios y cuyos planos pueden ser adaptados a los requerimientos de cada municipio del país por el profesional encargado de la obra (maestro mayor, ingeniero o arquitecto).