Darle una determinada textura a las placas de cartón yeso (mejor conocido por sus nombres comerciales o marcas registradas, como pladur o Durlock) ayuda a agregarle un toque particular a las paredes o techos, además de ayudar a cubrir imperfecciones y agregar estilo a superficies que de otro modo podrían lucir poco interesantes y aburridas.
La mayoría de las texturas pueden hacerse utilizando sencillas técnicas manuales o con la asistencia de una pistola pulverizadora, esto último muy apreciado a la hora de reducir la cantidad de tiempo invertido en esta tarea.
A continuación, se verán algunas de las texturas más comunes que pueden aplicarse en superficies hechas con paneles de yeso y qué técnicas pueden usarse para lograrlas.
Gotelé: Un techo o una pared con esta textura ofrece una superficie con un acabado grumoso y resulta muy bueno para ocultar imperfecciones o manchas, o para ayudar con la amortiguación del sonido debido a su aplicación gruesa.
Aunque su uso ha disminuido con el paso de los años, en algunas zonas todavía se aplica debido a su simplicidad y versatilidad. Por lo general se hace con pintura al temple o con pinturas a la cola ya preparadas para este fin.
Su aplicación puede hacerse manualmente con una paleta, con pistola, con tirolesa o con rodillos especiales. Para obtener mejores resultados, se recomienda usar una pulverizadora con boquilla para texturas.
Piel de naranja: Se trata de una textura muy común y básica, llamada así por su similitud con la piel con hoyuelos de la naranja. A menudo se utiliza para cubrir imperfecciones en cualquier panel de yeso sin necesidad de utilizar técnicas complejas o lentas.
Básicamente consiste en diluir la masilla para cartón yeso con agua hasta obtener una consistencia parecida a un batido espeso y se aplica a través de un rociador y compresor o con un rodillo especial. En este último caso, debe tenerse en cuenta que, si se hace rodar la herramienta de forma rápida, la textura será más plana.
Cuando se aplica esta técnica de textura, es conveniente esperar a que la primera capa se seque antes de aplicar una segunda mano.
Pata de gallo: En un término general que se usa para describir la técnica de agregar patrones con los pinceles o cepillos que se presionan contra la masilla para cartón yeso después de que se aplicó sobre la superficie con el rociador o con el rodillo. También se conoce como «golpe de pincel» o «capullo de rosa».
El acabado final dependerá del tipo de pincel que se utilice y de la forma en que se aplique contra la masilla, aunque usualmente se presiona hacia arriba para lograr una impresión más uniforme.
Como puede apreciarse, estas y otras texturas para placas de cartón yeso pueden ser una forma relativamente económica de agregar interés a los techos y paredes desnudos.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la mayoría de estas técnicas requieren un cierto nivel de destreza con las herramientas y la aplicación de masilla sobre esa clase de material. Por eso se recomienda hacer primero una prueba en un área pequeña y poco visible de la pared o techo.
