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Cómo fijar las piezas sueltas de un vitral

Los vitrales pueden ser verdaderas obras de arte que no sólo se encuentran en templos y edificios públicos, sino también en casas antiguas, e incluso en grandes mobiliarios. Básicamente, se trata de vitrinas compuestas por piezas de vidrio de colores que están unidas con pegamento a unas guías o marcos de plomo, formando distintos patrones y diseños.

Con el paso del tiempo, estas vidrieras de época necesitan ser sometidas a distintos grados de reparaciones. Debido a que la arcilla o masilla original se seca con el paso de los años, ésta se desprende de los perfiles del soporte metálico, lo que causa inestabilidad en el conjunto. Si bien esto no es evidente a simple vista, el problema puede detectarse cuando se dan pequeños golpes sobre la superficie del vitral y se percibe que las piezas de vidrio se sacuden.

En ese caso, el problema se puede solucionar recurriendo al uso de un adhesivo específico para vitrales. Es importante obtener el pegamento adecuado, sobre todo teniendo en cuenta que los cristales de este tipo de trabajos de vidriería suelen ser más pesados que los normales.

Antes de aplicar el adhesivo, tanto las piezas de vidrio como las guías de metal deben estar completamente limpias para garantizar el correcto pegado. Ya que la mayoría de los vitrales son visibles de los dos lados, hay que asegurarse  de poner la cantidad adecuada de pegamento en los lados. Luego se deja secar por el tiempo recomendado por el fabricante.

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Este sería un método más moderno de reparación. Sin embargo, existe una técnica más artesanal pero sofisticada que, si bien demanda un poco más de tiempo y materiales, puede ofrecer un resultado final más refinado e impactante desde lo visual, y al mismo tiempo reforzar por más tiempo las uniones entre las piezas de cristal y perfiles metálicos del vitral.

Para ello, se necesitará retirar toda la arcilla original del área a restaurar y preparar una mezcla de masilla para vidrios, aceite de linaza y algún colorante suave de color negro hasta obtener una consistencia similar a una melaza, Se puede añadir más negro si desea que esta argamasa coincida lo más posible con el color de los marcos de plomo.

Detalle del perfil de plomo de un vitral.

A continuación, con un pincel, se aplica la mezcla en el vitral, tratando de que la masilla líquida se concentre en las juntas entre cristales y guías metálicas. Para conseguir un ajuste más fuerte, se puede tomar una varilla de madera y presionar con suavidad los bordes después de haber aplicado la masilla.

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Restauración de un vitral: Limpieza final

Es muy probable que al realizar este trabajo se termine pintando parte de los vidrios; pero no hay problema, porque a continuación se somete al vitral a una labor de limpieza de dos etapas. En primer lugar, cuando la mezcla de masilla está lo suficientemente seca para ser recogida con un trapo (por lo general, alrededor de 15 a 20 minutos), se puede limpiar la mayoría de la superficie de vidrio.

Se debe comenzar en el centro y e ir quitando la masilla en dirección a los marcos de plomo, y luego dejar que el resto de la mezcla acumulado en las partes metálicas se seque completamente.

Por último, después de que la masilla se ha endurecido lo suficiente con el correr de las horas, se limpia todos los marcos metálicos del vitral con un trozo de lana de acero.

Todo el proceso de enmasillado y limpieza deberá repetirse sobre la cara opuesta del vitral.

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