Contar con una pared revestida con corcho resulta una propuesta interesante no sólo desde el punto de vista estético, sino también desde una perspectiva funcional, ya que este material resulta de suma utilidad para dotar de un buen sistema de aislamiento térmico y acústico a cualquier estancia de una casa.
Este material natural, ligero e impermeable ofrece además la ventaja de que su instalación no demanda mucho trabajo ni experiencia, siendo necesario tan solo seguir una serie de pasos para asegurar una colocación exitosa.
En primer lugar, debe aclarase que actualmente se puede conseguir el corcho para paredes bajo dos formatos principales: en planchas o en rollos.
En ambos casos, las superficies a cubrir deberán estar secas, lisas y bien limpias. Cuando se esté por trabajar con paredes porosas, se recomienda cubrir todos los agujeros y grietas y luego lijar para dejar la superficie lo más pareja posible. Asimismo, es mejor aplicar un tratamiento sellador para favorecer la adhesión del corcho.
Con esta misma finalidad, se aconseja retirar toda la cobertura en el caso de las paredes empapeladas, o lijar la superficie cuando se va a trabajar sobre muros pintados, sin importar el estado de la pintura.
Como ya se ha dicho, una de las alternativas para realizar este tipo de revestimiento es el corcho en planchas. Si se ha decidido por esta opción, lo mejor es retirarlas de su envoltorio plástico o de cartón uno o dos días antes de su instalación, con el objeto de que se adapten a las condiciones de humedad ambiental propias de la habitación, con lo que se evitará que el material se contraiga o expanda una vez colocado.
A continuación, con la ayuda de un rodillo o pincel se extiende una capa de pegamento de contacto (el indicado por el fabricante) en la pared, hasta cubrir aproximadamente un metro cuadrado. Luego se aplica la cola en todo el dorso de las planchas de corcho necesarias para cubrir dicho espacio, teniendo cuidado de que no se manche la parte delantera de las mismas.
Colocación y distribución de las planchas de corcho sobre la pared
El siguiente paso consiste en colocar las placas una a una presionando y encajándolas bien entre ellas para que no se noten las juntas. Siempre debe asegurarse de que el área encolada en la pared sea un poco más grande que el área cubierta por el corcho, ya que de este modo se reduce el riesgo de manchar la cara externa de las planchas ya colocadas al volver a aplicar pegamento sobre otro metro cuadrado del muro.
Al llegar a los extremos o aberturas de las paredes será necesario cortar las planchas para que encajen perfectamente en su lugar, usando para ello un cúter bien afilado y una escuadra. En aquellos casos en que el perfil del revestimiento de corcho quede a la vista, se lo puede ocultar pintándolo del mismo color del muro.
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