Tapizar una puerta ubicada en el interior de una vivienda puede ser una actividad interesante y gratificante, al aportarle a uno de los elementos más comunes del hogar un aspecto diferente y atrevido, convirtiéndolo al mismo tiempo en un nuevo elemento decorativo que combine con los muebles y adornos presentes en la sala.
Para emprender esta original tarea de tapicería, deben reunirse las herramientas consideradas básicas y que suelen ser las mismas que se utilizan cuando se trabaja en la renovación de sillones y sillas:
- Un metro, escuadra o cinta métrica para calcular el tamaño de las piezas textiles que se utilizarán.
- Tijeras para cortar las telas o los rellenos de menor espesor
- Un cúter o trincheta
- Un serrucho, para el caso en que se desee utilizar gomaespuma de gran espesor
- Una engrapadora
- Un martillo, cuando se van a utilizar clavos o tachuelas
- Pegamento para tapicería. Puede ser un adhesivo universal incoloro, sin tolueno, y/o adhesivo en aerosol. Se puede consultar en los comercios del ramo sobre cuál sería el cemento que mejor se adecue a la madera de la puerta o del material que servirá de relleno y tapizado.
Hablando de los géneros y rellenos que se utilizarán para tapizar una puerta, se pueden adquirir hasta tres metros de tela de tapicería, vinilo o cuero ecológico. La elección dependerá de cuál es el material que mejor combina con el resto de la decoración del lugar, aunque la facilidad de lavado y mantenimiento es otro factor a tener en cuenta.
El material para relleno puede ser fieltro, lana, algodón sintético, gomaespuma, etc., recomendándose comprar la misma medida (tres metros) que la sugerida para la cobertura.
Una vez que se tienen las herramientas y materiales, se desmonta la puerta de su marco y se la coloca sobre una manta extendida en el piso o una mesa de trabajo. Se retiran también las piezas metálicas correspondientes a los picaportes y chapas de las cerraduras.
El siguiente paso consiste en cortar un trozo del material de relleno (dos en caso de que se desee cubrir ambos lados de la hoja de mad), asegurándose de que sean 3 centímetros más cortos y angostos que la puerta , de manera que al colocarlos sobre ella se deje un margen mínimo de 1,5 centímetros en cada lado de la faz de la puerta.
A continuación, se aplica el pegamento sobre la madera para adherir el fieltro, la gomaespuma, la lana, el algodón, etc., teniendo cuidado de que el paño quede bien centrado. Para ello se suele utilizar un rotulador para marcar las líneas dentro de las cuales debe colocarse el material.
Cuando se utilice un material muy delgado para el relleno, es mejor colocar dos o más capas del mismo hasta lograr una superficie mullida.
Mientras se deja que el pegamento termine de fraguar correctamente comprimido entre el relleno y la puerta, se puede ir cortando un rectángulo del material seleccionado para el revestimiento, con 3 centímetros más de largo y ancho que la puerta. Acto seguido, se aplica el pegamento sobre el borde restante de la madera que no quedó cubierto por el relleno.
Luego, se acomoda la tela tapicera sobre la puerta, asegurándose de que aquella no quede demasiado tirante ni arrugada, y que los bordes del género no superen los de la madera, porque de lo contrario dificultarán la apertura y cierre correcto de la puerta una vez que se la coloque nuevamente en su abertura.
Se puede colocar un peso para que ejerza presión sobre el tapizado y la madera para que el pegamento actúe lo mejor posible mientras se seca por unos treinta minutos.
En esta etapa se puede utilizar cinta de pintor o un hilo grueso para delimitar correctamente un marco de líneas bien rectas, sobre las que luego de deberá trabajar con los clavos de tapicería o tachuelas para terminar la tapicería de la puerta. También se puede usar el hilado para trazar diseños cuadrados, romboidales o de otras formas sobre la superficie, que serán «dibujados» sobre el tapizado clavando más tachuelas.
Tanto al cortar el relleno como la cobertura, se deben hacer los orificios correspondientes a los picaportes y a los tornillos de las chapas de la cerradura.
Tapizado de una puerta: Corte de los sobrantes
Una vez terminado este trabajo, se deja secar bien el pegamento antes de retirar los sobrantes del tapizado con el cúter.
Si se desea tapizar la otra cara de la madera se repite todo el procedimiento descrito, para luego colocar las partes metálicas y volver a ubicar la puerta en su marco.