El correcto trabajo de pintar un muro no sólo aporta beneficios de carácter estético, al obtener una superficie de color parejo y sin imperfecciones evidentes, sino que también asegura una mejor protección frente a los distintos agentes ambientales.
Por ese motivo, es conveniente seguir una serie de pasos que pueden ayudar a obtener mejores resultados en materia de acabado, costos y tiempo de trabajo.
1. Calcular correctamente la superficie a pintar:
Conocer cuáles son las medidas reales del muro que se desea recubrir permitirá estimar con cierta precisión la cantidad exacta de pintura a utilizar. Para ello, sólo hay que multiplicar el ancho por el alto de la pared. En caso de que la misma contenga puertas o ventanas, se debe calcular la superficie de cada una de ellas y luego restarlas del total del muro.
2. Seleccionar la pintura adecuada:
La calidad y el tipo de pintura son tan importantes como el color para lograr un buen resultado. Por eso hay que estudiar las diferentes marcas y clases, ya que no es lo mismo trabajar con pintura al agua, que con esmaltes sintéticos, látex u óleos.
Asimismo, hay que tener en cuenta que cada una de estas variedades tienen distintos rendimientos:
- Pintura al agua: 12 m2/ litro
- Látex: 10 m2/ litro
- Esmalte Sintético: 13 m2/ litro
- Óleo: 12 m2/ litro
3. Calcular correctamente la cantidad de pintura que se necesitará:
Esto se puede hacer dividiendo la superficie que se desea pintar (calculada en el paso 1), por el rendimiento que tiene cada tipo de pintura. El resultado es la cantidad de litros que se necesitarán para dar una mano de pintura, por lo que habrá que multiplicarla por la cantidad de aplicaciones que se planean hacer.
4. Cantidad de manos de pintura requeridas:
El estado y el material del que esté hecho un muro influirá en la cantidad de manos que se deberán aplicar, ya que una pared pintada con el mismo color sólo demandará una mano de pintura, mientras que una superficie sin pintar o construida con material absorvente o irregular requerirá la aplicación de tres o más manos de pintura.
Pintar un muro: recomendaciones para la aplicación de la pintura
- Usar herramientas adecuadas: Ya sea que se trate de rodillos, pinceles o brochas, o pistolas, todos deben ser productos de calidad y mantenerse en buenas condiciones de uso y limpieza.
- Limpiar bien las paredes: Esto ayudará a una mejor adherencia de la pintura. Para ello se puede usar una esponja embebida en una mezcla de agua tibia y detergente para platos, y pasarla de arriba a abajo. Antes de comenzar a pintar hay que asegurarse que la pared esté completamente seca.
- Diluir la pintura correctamente: Dependiendo de la herramienta que se utilice para pintar un muro, se necesitarán distintas proporciones de diluyente. En el caso de que se recurra a una brocha o rodillo, por ejemplo, se suele recomendar usar un 5% de diluyente respecto de la cantidad total de pintura, mientras que para la pistola se utiliza un 10%.
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