Desde hace mucho tiempo, las vigas de madera han servido para darle a una estancia una decoración cálida, rústica y atractiva, además de cumplir la función importante de soportar el techo de una edificación.
En la actualidad, los avances de la industria permiten contar con vigas decorativas de poliuretano que imitan distintos tipos de maderas y que pueden instalarse con relativa facilidad en cualquier ambiente.
La principal ventaja de esta clase de complemento es la variedad de acabados, tonalidades y diseños que se comercializan, además de su capacidad de soportar sin problemas la humedad y los cambios de temperatura.
La oferta de vigas decorativas de poliuretano también incluye modelos huecos, destinados principalmente a ocultar tuberías y cableados.
En todos los casos, su peso ligero representa otra ventaja destacable, ya que implica la adición de una carga mínima sobre las estructuras de una sala o habitación.
El mantenimiento de este material representa otro punto a su favor, ya que sólo requiere una limpieza periódica y no existe riesgo de que el agua lo dañe, como suele ocurrir con las vigas de madera. Si durante la instalación de produce algún rayón accidental en su superficie, el mismo se puede cubrir con pinturas acrílicas del mismo tono.
Las vigas decorativas de poliuretano pueden fijarse al techo mediante el uso de tornillos o de pegamento especial para ese tipo de material.
En ambos casos, es necesario tomar las medidas de la superficie sobre la que se trabajará. Esto ayuda a planificar la distribución de las vigas mediante la elaboración de un croquis que luego se trasladará al techo con lápiz y tiralíneas.
De esta manera se conocerá la posición y los materiales exactos que se van a necesitar para el trabajo. Lo habitual es que las vigas decorativas de poliuretano se coloquen equidistantes unas de otras.
Después de planificar la colocación de la primera viga en un extremo de la sala, se deben marcar los puntos en los extremos y trazar líneas de las siguientes vigas, procurando que queden siempre paralelas.
En el caso de las vigas decorativas huecas, por cada una de ellas deben fijarse tres tacos de madera sobre las marcas de lápiz. Para colocar estas piezas se debe perforar el techo con un taladro para luego fijarlas con los tirafondos, pero sin llegar a apretarlos y teniendo cuidado de dejarlos perfectamente alineados respecto al eje trazado con lápiz.
Una vez que se ha verificado con una regla que los tacos se encuentran bien ubicados, se pueden ajustar los tornillos hasta el tope.
A continuación, se presentan las vigas decorativas de poliuretano en el techo. Si esta es muy larga, se debe marcar el lugar donde se debe realizar un corte para que calce perfectamente en el techo.
Una vez que se deja la pieza de la medida correcta se la vuelve a presentar en el techo para marcar los puntos donde se fijará a los tacos ya instalados en el techo. Este trabajo se hace con tornillos de 4×5 milímetros, colocados paralelamente al techo.
Instalación de vigas decorativas de poliuretano macizas
En el caso de las vigas decorativas de poliuretano macizas, debe calcularse el centro de la viga y traza la línea de pared a pared, para posteriormente aplicar en el lado que irá unido al techo cordones de silicona.
Una vez distribuido el pegamento, se presiona con fuerza la viga en su posición hasta que ésta quede bien firme.
En todos los casos, es importante que el techo a decorar se encuentre en buenas condiciones para soportar las perforaciones para los tornillos o que su revestimiento no impida una buena absorsión del pegamento.