Existen distintas técnicas decorativas que se utilizan para pintar paredes y que sirven para darle un toque personal y sofisticado sin necesidad de recurrir a los servicios de un profesional. Si bien casi todas ellas implican el uso de elementos disponibles en la mayoría de las casas, requieren seguir una serie de recomendaciones básicas si se desea obtener un buen resultado final.
Los métodos de pintura decorativa de paredes interiores son el esponjado (conocido también como ponceado), el trapeado, el patinado, el estucado, el lavado (o dilución), el pelado, y el hilado. En esta oportunidad se darán indicaciones sobre cómo trabajar con el esponjado.
Esta técnica de pintura puede ser por adición o sustracción de pintura y se basa principalmente en trabajar con una esponja vegetal o sintética sobre una superficie previamente pintada o sin pintar. Según los colores que se elijan, se logrará suavizar un ambiente o resaltar algún aspecto del mismo .
Sea la modalidad que se utilice, para el esponjado se necesita pintura con algo de brillo y de tono claro para cubrir toda la pared y que servirá de color de fondo, además de otro colorante de un tono mas oscuro que se dispersará con la esponja.
El color elegido como base, que puede ser un esmalte al agua, debe aplicarse dando dos manos, pintando en cada una de ellas de manera cruzada, ya que esto aumentará el rendimiento de la pintura y la terminación será mucho más pareja.
En el caso del esponjado por adición, y una vez que la pared ha sido pintada con el color de fondo y ésta se ha secado totalmente, se mezcla la segunda pintura con cuatro partes de esmalte transparente para luego sumergir en ella una parte de la esponja y así comenzar a pintar.
Se recomienda comenzar en una esquina, aplicando el segundo color manchando la superficie a saltos hasta obtener el efecto deseado. En ningún momento se debe arrastrar ni apretar con fuerza la esponja. Es importante mantener húmedos los bordes de las áreas terminadas para evitar que se noten improlijidades al solaparse con las áreas nuevas.
Con la técnica de pintura decorativa de esponjado por sustracción, una vez que el color de fondo se ha secado bien, se aplica sobre el mismo una mano de la mezcla de la segunda pintura con el esmalte hasta cubrir la superficie de un metro cuadrado. Seguidamente, con la esponja bien mojada en agua se aclaran los bordes de la zona recientemente pintada para evitar que se noten las superposiciones cuando posteriormente se pinten las zonas continuas.
¿Por qué se debe trabajar sobre áreas o paños de un metro cuadrado? Sencillamente porque de este modo se pueda trabajar tranquilamente sin que la pintura se seque antes de tiempo. En todo caso, y en el raro caso de que la misma comience a secarse, se la puede humedecer con la ayuda de un pulverizador cargado con agua.
A continuación, se dan toques con la esponja mojada sobre la superficie a tratar, con lo que se consigue extraer la pintura todavía fresca. Si se desea darle un efecto de manchas al azar, se pueden hacer suaves giros con la esponja.
Una vez terminado ese metro cuadrado, se repite el procedimiento hasta completar toda la pared.