La cinta métrica es un instrumento muy utilizado en la construcción desde tiempos antiguos, debido a que resultan indispensables para medir longitudes rectas o curvas antes de comenzar cualquier trabajo de carpintería, albañilería o decoración.
En la actualidad, se utilizan tres tipos básicos de cintas métricas o metros en las tareas relacionadas con la construcción:
- Metro Plegable: También conocido como «Metro de carpintero», consiste en un instrumento de uno o dos metros de largo con segmentos graduados plegables de 20 centímetros cada uno. Los primeros modelos de este metro eran de madera o metal, y en la actualidad se pueden conseguir de plástico o fibra de vidrio. La principal ventaja que ofrece este sistema sobre los demás es su rigidez.
- Cinta Métrica Enrollable: También llamada «Cinta métrica extensible» consiste en una cinta flexible graduada que, como su nombre lo indica, puede enrollarse en un rodillo de latón o plástico para facilitar su traslado. Los materiales que suelen utilizarse en su fabricación son el acero al cromo o el aluminio, que evitan posibles deformaciones por la tracción. Estas cintas aventajan al metro plegable por su capacidad de medir distancias mayores, que pueden ir de 3 a 100 metros (como es el caso de las cintas de agrimensor).
- Metro Láser: El más moderno y avanzado miembro de esta familia de instrumentos de medición, que permite determinar una distancia sin contacto por medio de la utilización de un láser. Su principal atractivo reside en que ofrece una mayor precisión en las medidas y ser de muy fácil manejo. Muchos de estos aparatos son capaces de medir, memorizar las distancias y calcular en forma automática la superficie, el volumen o incluso la altura, ofreciendo los resultados en su pequeña pantalla, lo que representa también un gran ahorro de tiempo.
Cintas métricas: Fiabilidad de su uso
No todas las cintas métricas garantizan mediciones fiables, debido a que la calidad en el proceso de fabricación y de los materiales usados influyen notoriamente en el margen de error que pueden ofrecer. Incluso los sistemas láser pueden tener una variación en su precisión de más o menos 1 mm.
Estas diferencias no son importantes (siempre y cuando no superen los 5 mm por metro), cuando se trata de trabajos de albañilería en grandes superficies, como por ejemplo: para calcular el material necesario para trabajos con madera maciza, tableros prefabricados, paneles plásticos, material de aislamiento, etc.
Sin embargo, para que ese margen de error no influya negativamente en los resultados finales, es recomendable utilizar el mismo instrumento para tomar todas las medidas y plasmarlas en los trazados de la obra para la que han sido tomadas.
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