Los paneles solares pueden servir como fuente de electricidad y calor. Los primeros son los llamados «paneles fotovoltaicos», los segundos «paneles solares térmicos». Por lo general, no resultan muy económicos, en tanto responden a una tecnología relativamente nueva, y ni su demanda ni su producción se han masivizado. No obstante, puedes hacerlos en casa, y autoabastecerte de paneles y energía de forma muy, muy fácil.
Los paneles de energía fotovoltaica sirven para generar electricidad, cualidad que los torna bastante costosos, teniendo en cuenta que se necesita más de uno para un resultado adecuado al consumo. Los paneles térmicos sirven para calentar agua, y su fabricación casera es realmente sencilla.
Cómo construir un panel de energía fotovoltaica
Necesitarás una base cuyo material no transmita electricidad, preferentemente de algún material liviano como el acrílico, aunque puede servir la madera y sus derivados. Además, deberás conseguir células solares. Se trata de elementos adquiribles sobre todo en tiendas online como E-bay, y cuyo costo es muy accesible al bolsillo medio. Se consiguen sueltas o en kits. Para que te hagas una idea, para generar 18 W -suficiente para cargar una batería de auto- se necesitan alrededor de 35 células.
Por último, procura: soldadora, pegamento termofusible, diodo de bloqueo, plexiglás de tamaño acorde al panel, pintura para maderas de exterior.
Panel fotovoltaico casero paso a paso
En primer lugar, si la base del panel es de madera deberás pintarla con pintura impermeabilizante, de modo de lograr un panel de larga duración. Luego, deberás colocar las células solares. Para un resultado prolijo, puedes realizar marcas previas que guíen la colocación.
Las células se colocan, en partes iguales, por delante y por detrás del panel. Es bueno comprar algunas de repuesto, dado que son muy frágiles y con frecuencia se rompen durante el proceso de colocación.
Verás que las células solares poseen polos positivos y negativos, de modo que deberás unirlas de acuerdo a estos polos. El modo de conectarlas suele ser por medio de alambres, lo cual hace más sencilla la tarea. Estas uniones se realizan antes de colocarlas en el panel, ayudándote, o bien con la soldadora de baja potencia, o bien con pegamento termofusible. Esta tarea se realiza con las células boca abajo, de modo de voltearlas -con mucho cuidado- al momento de pegarlas al panel con silicona.
El plexigrás servirá para proteger el panel de los embates climáticos. El diodo de bloqueo ayuda a que el panel no se descargue por las noches, o durante los días nublados.
El paso final es conectar los cables del panel al enchufe. Ahora sí, ya puedes hacer uso de tu fuente de energía sustentable. Felicitaciones.