Las ventanas y puertas hechas en carpintería de PVC se caracterizan por permanecer en perfecto estado de uso durante su larga vida útil (alrededor de 50 años, aunque depende de la calidad de fabricación), y esto se debe a que es un material inerte al que no le afecta la salinidad del mar, la humedad, ni la podredumbre.
A estas cualidades se suma el hecho de que este material de origen sintético es anti bactericida y admite desinfectantes, por lo que suele recomendarse para el uso y montaje en hospitales, residencias geriátricas y centros infantiles.
Estas ventajas, sin embargo, han hecho que algunas personas caigan en el error de que las ventanas y puertas de PVC no demandan ningún tipo de mantenimiento, lo que no es del todo acertado.
Por ejemplo, la falta de una limpieza adecuada o una manipulación incorrecta pueden terminar afectando tanto su aspecto como su funcionalidad, por lo que conviene prestar atención a una serie de consejos sobre cómo mantener estas aberturas en las mejores condiciones.
En primer lugar, es recomendable limpiar las ventanas y puertas de PVC para que conserven su brillo y suavidad al tacto durante el mayor tiempo posible.
Para la limpieza de los perfiles que componen estas aberturas, sólo se necesita agua y jabón líquido aplicado con un paño. En todo momento debe evitarse el uso de productos abrasivos como detergentes en polvo, estropajos metálicos, etc., ya que estos pueden rayar la superficie de los perfiles. Tampoco deberán emplearse disolventes que afecten las resinas sintéticas que componen el material, como acetona, éter, etc.
Algunos fabricantes de ventanas y puertas de PVC producen y ofrecen productos de limpieza específicamente desarrollados para trabajar si riesgos sobre su carpintería, sobre cuyo uso se puede consultar en las casas especializadas en artículos de limpieza.
En el caso de los cristales, éstos deberán limpiarse con un paño, agua templada y jabón.
Suele ocurrir que la mayoría de las ventanas y puertas de PVC recién instaladas se encuentren protegidas por un film transparente cuya finalidad es la de proteger a dichas estructuras de arañazos y golpes durante su transporte y manipulación.
Algunas personas deciden no retirar dicha cobertura, pensando en que la misma servirá para seguir protegiendo a la abertura del sol o de otros factores agresivos; pero eso es un error, ya que con el paso del tiempo esa capa tiende a cristalizarse y a adherirse con más fuerza a la superficie de PVC, lo que dificulta su eliminación. Por ese motivo conviene retirarla una vez que se la ventana o puerta ha sido instalada en su sitio definitivo.
Mantenimiento de ventanas y puertas de PVC: No olvidarse de los herrajes
A pesar de tratarse de estructuras hechas con materiales sintéticos, los herrajes de las ventanas y puertas de PVC continúan siendo metálicos y se encuentran sometidos a esfuerzos mecánicos, por lo tanto tienden a desgastarse con el paso del tiempo y las inclemencias ambientales.
Por ese motivo y para garantizar su correcto funcionamiento y conservación, es recomendable someterlos a una sencilla labor de mantenimiento por lo menos una vez al año, que consiste en aplicar unas cuantas gotas de aceite lubricante en las partes móviles de las piezas de metal (bisagras, trabas, pasadores, manillas, etc.), además de reajustar los tornillos y aplicar anticorrosivos.