Por lo general, la apertura brusca y sin control de una puerta puede terminar provocando daños en la pared o muebles cercanos, debido al impacto del picaporte, manilla o pomo. Para evitarlos, existe una variedad de accesorios conocidos como topes, que como su nombre lo indica, tienen la función de detener el desplazamiento de la hoja antes de que algunas de sus partes golpeen con otra superficie.
Los topes también pueden resultar de utilidad para dejar la puerta entreabierta sin peligro de que se produzcan cierres repentinos por culpa de una fuerte corriente de aire.
El más conocido de los topes para puerta es el de cuña, que básicamente consiste en una pieza de perfil triangular cuya parte más delgada se inserta en el espacio entre la puerta y el piso, frenando su movimiento. Este artículo ofrece las ventajas de su bajo costo, no necesita ningún tipo de instalación y cumple su trabajo sin dejar marcas por el deslizamiento.
Algo más modernos y sofisticados son los topes magnéticos, compuestos por lo general por dos piezas: el retenedor principal con el imán incorporado, y una pieza metálica que se adosa a la puerta. Mantiene la hoja abierta y evita que se golpee contra el muro o un mueble, y para cerrarla sólo hace falta un empuje para que el imán se desconecte y permita el libre movimiento de la hoja.
Estos amortiguadores pueden colocarse tanto en el piso como en el zócalo de la pared.
Estos topes pueden ser adhesivos o atornillables. Los primeros ofrecen la ventaja de que no requieren ningún trabajo extra para su instalación. Sólo se necesita que la superficie a la que se fijará se encuentre limpia, libre de restos de polvo o grasas que pudieran afectar la fijación de la parte adhesiva del tope. Asimismo, es posible que, si el pegamento no es de buena calidad, la pieza termine desprendiéndose.
Otros topes para puerta muy utilizados son los universales o clásicos, que por lo general consisten en una sola pieza cilíndrica, esférica o semiesférica, rodeada por un anillo de goma. Al igual que sus parientes magnéticos, este amortiguador se puede fijar a la superficie del piso mediante tornillos o algún material adhesivo.
Una alternativa a los retenedores antes mencionados son los topes de pared, que habitualmente consisten en redondeles de goma que se fijan directamente en el muro mediante pegamento o tornillo, a la altura del pomo o picaporte de la puerta, y que se encarga de absorber el golpe del mismo, manteniendo la pared a salvo.
Instalación de un tope atornillable al piso
Para instalar un tope de puerta atornillable se aconseja ubicarlo sobre una junta, para facilitar el trabajo de perforación del orificio correspondiente. Asimismo, esta medida también apunta a que, si en un futuro se decide retirar la pieza, el agujero pueda rellenarse aplicando un poco de masilla.
Una vez marcada su ubicación, se procede a hacer la perforación usando un taladro con percutor equipado con una broca laminada con plaquita de carburo de tungsteno (también conocidas como «de widia»).
A continuación, se introduce el taco correspondiente en el interior del agujero, para luego atornillar el tope usando el tirafondo de doble cara, que por lo general viene incluido en el paquete.