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Volver a lo básico: Cómo fijar clavos y tornillos en paredes de ladrillo y cemento

Una pared de mampostería está formada, por lo general, por ladrillos comunes o huecos, o por una estructura de hormigón armado, una capa de revoque grueso, una de revoque fino y una última de enduido como base para su terminación o una capa de yeso.

Si se desea colgar un cuadro, un espejo o cualquier otro objeto o accesorio cuyo peso no supere los dos kilogramos, bastará con usar clavos que tengan dos centímetros de largo e introducirlos en la pared en sus 3/4 partes (es decir dejando expuestos sólo 0,6 centímetros), aplicando previamente sobre la zona que se va a perforar un trozo de cinta adhesiva (que se quitará una vez terminado el trabajo) para evitar que se formen grietas alrededor del agujero.

Si el objeto a colgar en la pared pesa más de dos kilogramos será necesario penetrar hasta el revoque grueso y la estructura de ladrillos, utilizando para esa tarea clavos finos de acero de unos tres centímetros de largo. Deberán aplicarse golpes rápidos y ligeros sobre la cabeza del clavo con un martillo de 100 a 200 gramos de peso, para que la parte expuesta no sobrepase el medio centímetro.

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Con mucha frecuencia sucede que, al llegar a cierto punto, el clavo no penetra más o tiende a doblarse y agrandar el agujero. Esto sucede porque ha encontrado un ladrillo o la estructura de hormigón en su camino. En este caso se puede reemplazar el clavo deformado por otro nuevo e intentar de nuevo la operación, esta vez dando golpes más ligeros con el martillo.

Si tampoco se logra que el clavo penetre, será mejor desistir, ya que de no hacerlo aumentarán las posibilidades de que se desprenda un trozo de enduido e incluso de revoque.

En su lugar puede intentarse la colocación de otro clavo a dos o tres centímetros de distancia del anterior, esperando dar en una zona más favorable y teniendo en cuenta que es importante golpear con la superficie del martillo perfectamente perpendicular al eje del clavo.

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Uso del taladro para fijar clavos y tornillos en la pared

En el caso de paredes de mampostería muy duras o ante la necesidad de colgar cosas más pesadas, puede recurrirse a un taladro que, con las mechas adecuadas, permitirá obtener una perforación de la profundidad necesaria.

Es importante siempre mantener esa herramienta bien perpendicular a la pared. Antes de comenzar la perforación, se debe abrir un pequeño agujero superficial en el revestimiento de la pared con un punzón para evitar cualquier deslizamiento inesperado de la mecha.

En el agujero hecho con el taladro bastará con colocar un taco de madera o de plástico y, sobre él, clavar un clavo simple, uno en «L» o un tornillo común o de acero, según el peso del objeto a colgar.

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