Las características particulares de los materiales y la ubicación de las superficies (interior o exterior) son condicionantes que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir la pintura con la que se les dará el revestimiento final.
La porosidad del hormigón, por ejemplo, puede favorecer la penetración de la humedad hacia el interior de la estructura, y con ello la aparición de hongos u otra clase de daños. Por otro lado, no hay que olvidar que dicho material también posee elevados niveles de alcalinidad, que si bien pueden constituir una buena protección contra la corrosión, puede afectar la fijación o el color de la pintura que se aplique.
Por eso el hormigón en exteriores, la pintura seleccionada debe ser resistente a la alcalinidad, a las condiciones climáticas y a la erosión, además de ser permeable al vapor de agua, con estabilidad del color y con antihongos.
Para paredes o pisos de hormigón en el interior, también es conveniente usar un recubrimiento resistente a los agentes alcalinos y con protección antifúngica. Las pinturas basadas en látex, los esmaltes al agua, o los revestimientos texturados directamente sobre la superficie, son las más recomendados para este tipo de material.
Esos tipos de pintura también pueden ser los adecuados para revestir paredes y otras estructuras construidas con ladrillos, y también pueden emplearse productos impermeabilizantes que brinden una mayor protección contra la humedad, sobre todo en aquellas áreas ubicadas en el exterior de la vivienda.
En el caso de los muros enlucidos con yeso, se recomienda cubrir los mismos con un sellador acrílico diluido al 50 por ciento, de modo que la superficie quede en condiciones de ser tratada con casi cualquier tipo de pintura. Los productos al látex y los óleos con protección antihongos pueden ser los más indicados para esa clase de material.
Pinturas para maderas
Para el caso de las estructuras de madera en el exterior, los barnices marinos, óleos, los barnices vitrificadores y los barnices al agua suelen ser los tipos de pintura más utilizados, ya que ofrecen una buena capa impermeabilizante y una excelente protección contra los elementos climáticos, la erosión, el crecimiento de hongos, y el impacto de los rayos ultravioletas del sol que suelen provocar decoloraciones.
Para las maderas ubicadas en espacios interiores, es conveniente elegir una pintura resistente al lavado frecuente con detergentes comunes.
En el caso de las maderas para construcción, deberá aplicarse aceite o barniz de terminación diluido con aguarrás al 50 por ciento.
Para todos los casos mencionados en este artículo, a la hora de aplicar la pintura es importante respetar las indicaciones del fabricante y usar las herramientas adecuadas para el trabajo si se desea obtener el mejor resultado.