Tras un buen tiempo de vida, las paredes comienzan a sufrir una serie de defectos que afectan a la estructura y pueden llegar a presentar problemas como agujeros o grietas. En concreto, nos vamos a centrar en este segundo defecto, que aqueja a muchas paredes de viviendas y departamentos y que si son grietas moderadas o pequeñas, tienen fácil solución.
Empezaremos por rellenar la grieta, mediante la utilización de pasta de relleno. Tomaremos para ello una espátula de pintor, este tipo de pasta ha de extenderse mediante varias pasadas sobre la superficie de la pared que estemos tratando.
En segundo lugar, retiraremos todo el producto que sea un exceso. Con nuestra espátula, iremos quitando el sobrante a la vez que vamos alisando simultáneamente la superficie, así conseguiremos mejorar el acabado y evitar irregularidades.
Por último, nada más ni nada menos que dejar secar aproximadamente unas doce horas, todo ello siempre en relación con la cantidad de producto que hayamos utilizado. Es probable que necesitemos pasar otra capa ya que al secarse vemos que nos faltó completar algún área.
Para un óptimo acabado, nada mejor que lijar con una lija fina sobre la superficie reparada.
Si nuestra pared es de un tono diferente al de la pasta de relleno, habremos de darle una o dos manos a fin de que el color se equipare al de la pared.
Mediante este sencillo tutorial, tu pared tendrá una segunda juventud y tu casa lucirá más moderna y cuidada.