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Cómo Clausurar una Puerta

Clausurar una puerta que se ha quitado es una actividad bastante recurrente en procesos de remodelación y reciclado de hogares.

Cerrar el “vano, nombre que recibe el espacio que se deja en una obra para colocar las puertas y ventanas, es una tarea bastante sencilla que puede resolverse de diferentes formas.

El hueco de la puerta puede cerrarse con piezas cerámicas, perfilería metálica y placas de yeso, o bien con ladrillos.

Cerrar el vano de una puerta

Consejos previos

A la hora de eliminar el espacio que queda cuando se retira una puerta hay que considerar las medidas exactas para determinar que cantidad de material se requiere.

En el caso de que la puerta sea antigua y en ambientes que dan al exterior, va a ser necesario emplear cemento para fijar las piezas de ladrillo macizo, hueco o termoarcilla.

Cómo extraer una puerta

Quitar una puerta que quieres eliminar no es una tarea difícil, solo algo trabajosa dependiendo del estado y antigüedad de la puerta como del material con el que está hecha.

La hoja

Primero tienes que quitar la hoja, esto puedes hacerlo de distintas formas:

Puedes levantarla con las manos y extraerla libreándola de las bisagras para poder trasladarla.

En caso de que las bisagras estén oxidadas o la puerta sea muy pesada, vas a necesitar hacer un poco más de fuerza, puedes hacerlo con una palanca alzapuertas.

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Las bisagras

Estas puedes retirarlas fácilmente destornillándolas. Retira las pletinas de las bisagras haciendo palanca con un destornillador plano.

Las jambas

Estas son piezas decorativas, ya sea de madera, DM, plástico, melamina… se colocan para tapar las juntas de las puertas y embellecer la pared.

También necesitas retirarlas si vas a quitar la puerta, suelen estar sujetas por clavos de cabeza perdida, adhesivo de montaje o siliconas.

Puedes ayudarte con un cuchillo pasándolo a lo largo de las juntas para evitar que la pintura de la pared se salga al quitar las jambas.

El marco de la puerta

Según el estilo de puerta, es el tipo de marco que tiene.

Para quitarlo hay que retirar las tres partes del mismo, los montantes laterales y el superior. Estas piezas están atornilladas o clavadas y pueden contener espuma de poliuretano que ha sellado posibles huecos.

Las herramientas que son útiles para esta tarea son una caladora o sierra manual, así como una maza o un martillo.

En caso de que la puerta posea marcos de madera antiguos, estos se retiran con sierras a la mitad y a inglete ascendente o descendiente. Pero si el cerco sea metálico, se hace el mismo proceso solo que usando una amoladora.

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Una vez realizado el paso anterior, hay que hacer palanca con una herramienta para tal fin hasta quitar todo resto de acero. En caso de que esté demasiado adherido, hay que picar en sectores de anclaje hasta extraerlo del todo

Cerrando el vano de la puerta

Para poder tapar el hueco de la puerta puedes usar piezas de cerámica, placas de yeso o similares y ladrillos.

En el caso de la cerámica, hay que elegir unas que sean del mismo tamaño a las piezas cerámicas de la pared contigua, en especial en grosor.

Para crear un tabique hay que emplear:

  • Rasillón de hueco doble: con medidas estándar de 24 x 11 x 8 cm
  • Rasillón de 4 cm: las medidas son de 40 x 20 x 4 cm aproximadamente.
  • Rasillón de 7 cm: con medidas de 40 x 20 x 7 cm
  • Rasillas: que midan entre 1,5 y 2,5 cm de grosor, estas no son recomendables para tabiques divisorios, pero sí se pueden emplear para hacer trasdosados

Fuente: Leroy Merlin

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