En algunas ocasiones, las fachadas de viviendas particulares pueden convertirse en el blanco de actos vandálicos que incluyen pintadas que pueden arruinar el aspecto general de una casa. Por fortuna, tales daños a la estética de las paredes pueden repararse siguiendo una serie de sencillos pasos, como se verá a continuación.
Antes que nada, es necesario tener presente que el agente de limpieza que utilizará para la eliminación de las pintadas dependerá del material de la superficie que se va a tratar, ya que la misma puede ser madera, vinilo, aluminio, vidrio o mampostería.
Los materiales que se usen para este trabajo también dependerán de cual fue la tintura o medio utilizado para generar las pintadas. Por ejemplo, un escrito o dibujo hecho con tiza posiblemente sólo requiera un lavado aplicando agua con alta presión, mientras que la pintada con aerosol usualmente requerirá algún tipo de solvente, limpiador o abrasivo. Se sabe que los productos a base de bicarbonato, disolventes de pintura y acetona pueden funcionar eficazmente sobre superficies de hormigón y ladrillo.
Para evitar que la pintura, los solventes o el agua ensucien el piso y otras superficies, conviene extender trapos o lonas de plástico y usar cinta adhesiva para cubrirlos . También es importante tener a mano gafas de seguridad, guantes de goma, trapos, cepillos de alambre rígido y raspadores.
Si se va a trabajar con una hidrolavadora, debe tenerse cuidado sobre la presión que se aplicará para eliminar una pintada de la pared. Si ésta es de concreto y carece de adornos, se puede usar aquella herramienta aplicando unos 1000 a 3500 PSI.
En cambio, si el muro presenta tallados o está hecho con otros materiales arquitectónicos más delicados, éstos pueden sufrir daños si se los somete a presiones de agua superiores a los 500 DPI. En este caso, para evitar la erosión de la superficie, se recomienda usar agua caliente y una boquilla tipo abanico de ángulo ancho, evitando en todo caso los chorros concentrados.
Para aquellos casos de pintadas hechas con aerosoles, es recomendable, después de haberlas diluido con solventes y cepillado o raspado, enjuagar la pared con la lavadora a presión para eliminar los restos de químicos que pudieran haber quedado en el revestimiento y que podrían afectar el color o integridad del mismo.
Solución extrema: Repintar toda la pared
Si el grafiti se muestra difícil de eliminar, podría ser mejor volver a pintar toda la pared, y es muy probable que esto demande aplicar varias capas de pintura para cubrir cualquier rastro de los trazos hechos por los vándalos.
Una vez limpiado o repintado el muro, y para facilitar mucho más la eliminación de futuros dibujos o escritos no deseados, es aconsejable aplicar sobre el revestimiento final una capa protectora de poliuretano que sellará y hará menos porosa la superficie, dificultando de este modo la adhesión de las pintadas.
