Los clavos líquidos son un pegamento que se usa para adherir estructuras homogéneas y soportar importantes cargas. En el mercado existen varios tipos de clavos líquidos, los que pueden emplearse para diferentes materiales y superficies.
Tipos de clavos líquidos
Base acuosa: son los que se emplean para fijar materiales porosos y solo se emplean en sitios secos.
A base de solventes orgánicos(neopreno): poseen un intenso olor, su mal empleo puede ser perjudicial para la salud y se pueden usar para adherir un variado número de materiales como objetos pesados.
Ventajas del empleo de clavos líquidos
- Los de base acuosa no son tóxicos.
- Son a prueba de humedad (a excepción de los de látex).
- No causan daños sobre las superficies a unir.
- Soportan hasta 80 kilos por cm2.
- Se pueden emplear para pegar casi cualquier material.
Uso de los clavos líquidos
Se emplean en la construcción y reformas de hogares ya que están hechos para unir superficies con gran firmeza y soportan cargas sumamente pesadas. Se usan para pegar ladrillos, maderas, tableros de fibra, poliestireno, vidrio, metal, cerámica, entre otras.
No son recomendables en el caso de acuarios, madera fresca y húmeda.
Consideraciones de uso de los cavos líquidos
- La superficie a pegar tiene que estar limpia, seca y libre de grasitud.
- Secan muy rápido, por lo que después de aplicar el producto hay que presionar las superficies con firmeza en la posición adecuada y mantener la sujeción por un par de minutos.
- Los clavos líquidos se aplican mediante puntos o rayas, no hace falta que se cubra la superficie en su totalidad.
- El tiempo de secado completo es de 18 a 24 horas, por lo que durante este lapso no hay que dar una carga mecánica adicional.
- Si se trabaja con clavos líquidos a base de solventes, es imperioso el hacerlo con guantes debido a su toxicidad.
- Existen pistolas especiales que se emplean para pegar con clavos líquidos, sobre todo en lugares que son complicados de alcanzar de otro modo.
La eliminación de los clavos líquidos
Como se trata de productos destinados a tener una gran adherencia, no resulta nada sencillo removerlos.
Si se trata de clavos colocados recientemente se pueden limpiar con agua o solventes minerales y una esponja. Pero en caso de que ya hayan curado, es necesario hacer uso de productos de limpieza especiales para tal fin.
Solo en casos excepcionales habrá que lijar para eliminar los clavos, ya que es posible dañar la superficie.
Mediante calentamiento también se pueden eliminar los clavos, ya que soportan de 40 a +50 grados, y cuando la temperatura aumenta a 55-60 grados el pegamento se torna viscoso y resulta fácil de quitar.
La luz solar directa sobre la superficie pegada puede ayudar a remover el adhesivo ya que al no estar diseñado para la exposición al sol, es fácil de quitarlo.
Fuente: Reformaster