Dadas a conocer durante la década pasada, las tejas solares se presentan como una atractiva solución para quienes desean aprovechar las energías renovables en casa sin necesidad de alterar la estética general de la vivienda, o incluso para incorporarle a ésta un nuevo elemento decorativo y funcional.
Pero ¿Qué es una teja solar? Básicamente se trata de una teja hecha de algún material basado en polímeros que imita el estilo de las convencionales, sobre la cual se ubica una célula fotovoltaica, un dispositivo que permite transformar la energía lumínica en energía eléctrica mediante el efecto fotoeléctrico, generando lo que se denomina energía solar fotovoltaica.
Esta energía es almacenada en un banco de baterías para brindar un suministro independiente de electricidad a la casa, ayudando de este modo a reducir el consumo de la energía eléctrica proveniente de la red convencional domiciliaria.
De este modo, la principal ventaja de las tejas solares es la de ofrecer energía a partir de una fuente prácticamente inagotable (el sol), generando ahorro en la factura de la luz, sin afectar la imagen arquitectónica de la casa, ya que prescinde de la instalación de los clásicos paneles solares.
Asimismo, estas piezas se integran fácilmente con las tejas comunes existentes a través de rieles empernados. Sus precios, aunque en su momento eran más altos que las instalaciones fotovoltaicas más grandes, están cayendo en muchos países y se están volviendo más competitivos gracias al avance de la tecnología.
En cuanto a la colocación de las tejas solares, además de la experiencia de un techador es muy posible que se necesite la asistencia de un electricista que ayude a configurar el circuito que transfiere la energía al acumulador o juego de baterías y de integrar el sistema con la red eléctrica del hogar.
Ahora bien ¿Pueden las tejas solares suplir la producción y eficiencia de generación de energía de los paneles?
Comparación entre paneles y tejas solares
La realidad demuestra que, hasta ahora, los paneles armados con placas solares llevan la ventaja, ya que para producir 1 Kwp o kilovatio de pico se necesitan 7 metros cuadrados de dichos dispositivos, mientras que para generar esa misma energía se necesitarían alrededor de 10 metros cuadrados de tejas solares.
Sin embargo, como contrapartida, las tejas ofrecen la ventaja de poder instalarse en espacios más pequeños y en áreas con múltiples entradas, como las tuberías de ventilación y los tragaluces.
Además, se espera que la aparición y desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas, sumados al creciente apoyo por parte de las autoridades preocupadas por fomentar el consumo de energías renovables, ayuden a masificar el uso de los tejados solares.