Las ventanas hechas con carpintería de PVC han ganado terreno respecto de las tradicionales estructuras de aluminio y madera, a las que superan sobre todo en lo que se refiera a la aislación térmica y acústica de los ambientes en los que se instalan.
Si se las compara con las aberturas metálicas, las piezas fabricadas en PVC ofrecen la ventaja de que no se oxidan ni se corroen, permiten un gran ahorro de energía y reducen la contaminación acústica, siempre y cuando estén bien vidriadas, tengan un correcto encaje en el marco y se haya hecho un buen trabajo de sellado.
El ahorro de energía es posible gracias a que el material con el que están hechas es altamente aislante, reduciendo considerablemente la entrada de frío o agua, lo que se traduce en una disminución en los gastos de climatización de la casa. Esta cualidad también se traduce en un buen aislamiento acústico, permitiendo una isonorización máxima de alrededor de 30 decibeles.
Obviamente, todo esto es posible si la ventana de PVC se encuentra correctamente instalada; por eso, cuando se inicia la construcción de una vivienda, se debe tener cuidado de dejar el espacio justo para colocar la abertura, para lo cual se pueden seguir unos pasos relativamente sencillos.
En primer lugar, debe asegurarse de que el agujero en la pared quede bien cuadrado, o sea con los ángulos de las esquinas en 90 grados. A continuación, se enyesa bien los cuatro lados del espacio, para luego construir el marco propiamente dicho.
La gran mayoría de las ventanas hechas en carpintería de PVC (al igual que las de aluminio) se comercializan en medidas estandarizadas, por lo que el marco correspondiente debe construirse de acuerdo con esas dimensiones.
Cuando se esté levantando la pared, se aconseja construir con madera un marco provisorio que se colocará en el muro para simular la ventana con sus medidas, a fin de que el constructor tenga una referencia para obtener un resultado final más preciso que no demande la realización de retoques o modificaciones en caso de que el marco definitivo quede más grande o más chico que la ventana de PVC.
El marco provisorio de madera se retira una vez que se ha terminado la construcción de la pared, y luego se lijan y empastan todos los lados, dejándolos listos para recibir la pintura definitiva.
De esta manera, se contará con un espacio en el que la ventana de PVC encajará lo más perfectamente posible.
Instalación de la ventana de PVC en el marco
El siguiente paso consiste en presentar la nueva ventana de PVC en el vano y con un nivel de burbuja verificar que aquella esté derecha en todas sus esquinas y en el centro de la abertura. En caso de que se detectara algún desnivel, ya sea por un problema de centrado o porque quedó algún espacio por rellenar, se pueden colocar unas pequeñas cuñas para nivelar el conjunto.
A continuación, se marcan los puntos en los que se harán las perforaciones para los tornillos de fijación. Lo normal es colocarlos en los costados y en el marco horizontal superior a 15 centímetros de cada extremo y al centro. El lado inferior no llevará fijaciones porque en ese lugar irá el desagüe.
Los agujeros se hacen con la ayuda de un taladro y se colocan los tornillos, dejando firme la ventana contra el marco y rellenando con espuma de poliuretano los espacios que pudieran haber quedado libres. Luego, se realiza el sellado exterior, aplicando sellador acrílico en todas las juntas.
De este modo, queda finalizada la instalación de la ventana de PVC, restando sólo la construcción del alféizar en la parte inferior del marco y la aplicación de la pintura.