En la actualidad, muchas personas se ven obligadas a vivir en departamentos cuyas reducidas dimensiones pueden hacer que los espacios que los componen se vean atestados de muebles y cosas, lo que puede crear una sensación de incomodidad, haciéndolos menos acogedores. Por fortuna, existen formas sencillas y creativas para lograr revertir estas sensaciones jugando con la decoración de cada habitación y hacer de ellas un verdadero hogar.
Se conoce como corredores o pasillos a aquellos espacios cuya función principal es la circulación de las personas, comunicando por lo general los distintos ambientes que integran una vivienda. Algunos de esos corredores, cuando la proporción entre el largo y ancho no es muy acusada, se pueden convertir en salas de descanso o espera.
Un baño pequeño puede ser el causante de desagradables sensaciones de encierro y ahogo. Sin embargo, existen distintos trucos muy útiles a la hora de ganar más espacio a una superficie reducida, o simplemente generar una ilusión de amplitud.
Existen muchas maneras de «agrandar» aquellos cuartos de modestas dimensiones, haciendo uso de distintos trucos de decoración con la pintura, la luz, la disposición y tipo de muebles, etc., sin necesidad de recurrir a costosas y complicadas remodelaciones.